La comida como un agente de marketing turístico
April 2016
No hay duda que la comida es una parte fundamental en la experiencia turística. Si el turismo se trata de ver nuevos lugares y tener nuevas y experiencias únicas, entonces podemos asegurar que el mundo culinario es una parte fundamental de esa experiencia.
Dado que comer es una parte esencial de la vida, la comida o el turismo gastronómico tiene una amplia gama de atractivos. Es muy común que cuando los visitantes regresen a casa, una de las primeras preguntas que la gente hace es “qué tal la comida” La interacción entre el turismo y la comida es a menudo conocido como turismo gastronómico o culinario. En realidad es un término muy amplio que a menudo tiene significados diferentes para diferentes personas. Frecuentemente los estudiosos definen el turismo culinario o gastronómico como: visitantes teniendo la oportunidad de tomar parte en experiencias únicas e imborrables de alimentos y bebidas. El turismo gastronómico trata de proveer cocinas locales auténticas que representan tanto los sabores y olores de una nación como parte de la oferta y el patrimonio cultural local. Esta definición, de alguna manera, puede hablar más de la “alta cocina local” más que de la experiencia de comida del “residente promedio”.
La Asociación Mundial de Alimentos, apoya esta definición subrayando que solo el 8.1% del total de los platillos se auto definen con la etiqueta de “gourmet”. De tal modo que la asociación argumenta que la mayoría de las personas disfrutan de comer y beber, pero no necesariamente hay una relación entre el disfrute de una experiencia culinaria y el costo de esa experiencia.
Muy a menudo, las experiencias culinarias más interesantes provienen de una diversidad de clases sociales y económicas. Aún más, cada comunidad tiene un potencial culinario, aunque a menudo los visitantes o turistas no llegan a experimentarlo y a veces la población local la subestima. Para apoyarte a crear una experiencia turística culinaria local que ayudará a incrementar el orgullo de tu propia comunidad y al mismo tiempo proveer una experiencia de viaje única, Probaditas Turísticas te ofrece las siguientes ideas, prevenciones y experiencias.
- El turismo culinario tiende a funcionar mejor cuando se combina con otros aspectos del turismo. Aunque todos amamos comer, cuando visitamos un lugar usualmente queremos hacer algo más que sólo comer. Combina tu oferta gastronómica con otras ofertas compatibles y complementarias. Un buen ejemplo de actividades de turismo y gastronomía es el negocio del esquí. Ese negocio hace un muy buen trabajo, motivando a la gente a esquiar durante el día, quemar calorías y luego no sentirse culpable sobre su consumo calórico después de la esquiada.
- Conozcan su propia cocina tradicional. Muy a menudo los locales no se dan cuenta que una comida en particular expresa el sabor único de la comunidad, así como también ignoran la historia de sus platillos. Combinen la experiencia de comer con la experiencia histórica o cultural. Creen centros que permitan a las personas experimentar no sólo los sabores locales, sino también la atmósfera local. Creen formas que la gente no solo prueben la cocina regional pero que se lleven muestras o compren las recetas.
- Asegúrense que las personas sepan lo que están comiendo. Aunque el consumo de comida es un gran negocio, recordemos que vivimos en un mundo de múltiples restricciones alimenticias que pueden ser debido a condiciones religiosas, étnicas, médicas o de salud. Un destino puede perder toda la buena reputación obtenida por el turismo culinario, simplemente por desinformación o simplemente por tener personal mal entrenado. La comida es tanto un tema de placer y confort, pero de una alta carga emocional. La falta de un entrenamiento adecuado o la carencia de sensibilidad hacia restricciones en las necesidades alimenticias particulares, pueden resultar no solamente con un consumidor insatisfecho, pero en el peor escenario puede incluso derivar en una demanda legal.
- Hay múltiples clasificaciones en el turismo culinario. El turismo culinario tiene varias categorías. Por ejemplo, hay lugares que enfatizan el turismo de la cerveza como en Alemania, el turismo del vino en California, Francia, Italia o Portugal y el turismo del chocolate en Suiza. Cada uno de estos tipos de turismo es una subdivisión de un mundo culinario muy extenso. Todos estos lugares tienen un número de cosas en común. Estas incluyen (1) Basan su turismo en numerosos lugares donde los visitantes pueden tanto degustar como comparar. Así, para que funcione el turismo del vino, tiene que haber un cluster (conjunto o grupo) de viñedos muy próximos unos de otros. (2) hay coordinación con otros componentes de la industria del turismo, desde compañías de tours, hasta guías internacionales, (3) los establecimientos de cerveza, viñedos y tiendas de chocolates deben colaborar entre sí.
- Asegúrense que los locales de alimentos sean frescos and limpios. No hay nada que pueda destruir más rápido al turismo culinario que una reputación de falta de higiene o de ser un lugar donde la gente se enferme.
- Asegúrense que el abastecimiento de agua es adecuado y potable. Enfaticen que los alimentos sean frescos, locales, orgánicos y sustentables. Al utilizar alimentos de estación significa que su producto turístico culinario cambia de acuerdo a la estación y así puedes alentar a repetir la visita. Recuerden de mantener las cosas lo menos complicado posible. Cuando se trata del turismo gastronómico recuerde que entre más simple y más fácil, es mucho mejor.
- Todas las formas de turismo culinario son especialmente atractivas para áreas rurales. Estas son áreas que frecuentemente carecen de atractivos en interiores, están cerca de fuentes de alimentos, y muy a menudo han preservado las tradiciones locales. Los lugares para el turismo culinario rural que son los más exitosos, han encontrado formas de proteger la ecología de los alimentos y ofrecen alimentos interesantes y durables a precios muy razonables.
Las claves son (1) un excelente y amigable servicio al cliente (2) alimentos únicos e integrales, precios razonables y promoción local para que los visitantes conozcan no sólo los lugares a dónde ir, pero también las horas de servicio. El turismo culinario regional puede fácilmente estar relacionado con el turismo histórico y patrimonial.
Estos lugares pueden no requerir grandes cantidades de personal contratado y muy a menudo ofrecen experiencias únicas. Por ejemplo, las cenas en las iglesias pueden crear una experiencia turística, una experiencia social y es una manera para la iglesia local de obtener recursos adicionales.